sábado, 1 de noviembre de 2014

Oktober

Lamentablemente, después de un mes sin escribir no tengo demasiadas cosas que contar.

Al fin se han llevado a la gata. La echo de menos, aunque soy consciente de que está mejor con su nuevo dueño que aquí, encerrada en una habitación.
Vino a buscarla ayer, y me trajo el tomo V de Death Note. Ahora Angelita no está, yo estoy de bajón y creo que un día de estos voy a ir a comprarme un gatito de peluche.

La pequeña Ángela Junior ya lejos de mí.


La ANPA y los representantes de 4ºESO de mi instituto organizaron una fiesta de Halloween, pero no fui. Para escuchar chunda chunda me quedo en mi casa. No obstante, sí que voy a la fiesta del viernes que viene, y disfrazada. Me han hecho un pedido doble de rosquillas.

Por otro lado... Es duro ser mujer en un mundo de hombres. El otro día, un compañero intentó "ridiculizarme" ante mi profesor de Ciencias Sociales por ser roja y feminista. Mi círculo de amigos, si es que se le puede llamar así, ha caído en la cuenta de que soy chica, y están empezando a ser pesados con las indirectas y los muy mal disimulados intentos de conquista. Unos más que otros.

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