lunes, 27 de abril de 2015

Y ahora me toca a mí

Llevo bastante tiempo hablando de los derechos iguales para todas y todos, invitando a la gente a reconocer su feminismo, su ideología, su sexualidad, etcétera, abiertamente y bla, bla, bla.
Pues ha llegado mi momento. Yo nunca me he escondido. O eso creía. Ahora ha llegado la hora en que soy yo quien tiene que dar la cara y salir del armario.
Sí, exactamente, salir del armario. El otro día, por ciertas razones, me preguntaron en clase de Informática si yo era bisexual, a lo que respondí afirmativamente. No es la primera vez, y aunque yo nunca he puesto ningún empeño en ocultar mi orientación sexual, me he cansado de tener que ir respondiendo individualmente a todo el mundo.
Siendo sincera, no creo que sea "bisexual" la palabra que me define, sino que pienso que es la que más se ajusta. Realmente yo soy de esas personas que no creen en la orientación sexual, sino en que tan sólo somos personas que se enamoran de otras personas. No es el género de una persona la razón por la que nos atrae, ¿no? Yo creo que es un simple rasgo más. Puede ser, por ejemplo, que todas las personas que te gusten sean hombres, pero eso no quiere decir que te gusten todos los hombres. Y con las mujeres igual. 
Además, desde mi punto de vista, si todas y todos viésemos esto así, la discriminación en ese campo no existiría, al ver sólo atracción de personas por personas y no de un sexo por otro o el mismo, por lo que pienso que es una forma de pensar bastante razonable.
La mayor parte de las personas de mi alrededor se han tomado bien mi pública salida del armario, que tuvo lugar hace un par de días en Facebook, Instagram y Twitter, pero hubo otras que no, y que yo no me esperaba que reaccionaran tan mal. 
Y en respuesta a sus comentarios retrógrados de arzobispo medieval, quiero dejar claras varias cosas:
  1. La sexualidad de cada un@ no tiene nada que ver con su salud mental. El sentir atracción por el mismo sexo no implica ningún tipo de desequilibrio mental.
  2. Cuando una persona intenta discutir con otra lo mínimo que puede hacer es intentar justificar su opinión con argumentos válidos, no intentar imponer su palabra por el simple hecho de considerarse "superior", ya sea por sexo, edad, orientación sexual, color de piel, o irrelevancias semejantes.
  3. Una persona es libre de hacer con su cuerpo lo que le dé la gana, no lo que un individuo ajeno le dice que tiene que hacer con él (en contra de su voluntad y para su perjuicio).
  4. Yo no obedezco a ningún mandato patriarcal. Me da igual lo que piensen otras personas, yo me gusto como soy y no voy a cambiar nada, ni físico ni ideológico, para complacer a otras personas.
  5. Es cierto que hay cosas que han existido desde siempre, pero eso no quiere decir que estén bien y que no haya por qué cambiarlas. Igual que ya no quemamos a nadie por brujería ni traficamos con esclavos (o se supone que no lo hacemos), tampoco tenemos por qué conservar nada que atente contra la integridad física y mental de nadie ni nada.

martes, 14 de abril de 2015

Día de la República

Pues sí, hoy es Día de la República, por si acaso alguien no lo sabía. Ahora mismo es más bien "Noche" de la República, pero en fin, qué se le va a hacer. Si no se puede escribir antes, no se puede.
En el día de hoy, este maravilloso y espléndido día (o por lo menos aquí) lamentamos que nuestro país siga siendo una monarquía aun habiendo abdicado nuestro amigo JC. Pero algunas personas no nos rendimos y seguimos esperando y haciendo fuerza para una nueva República.
Algunxs no comparten esto, y si lo leen se sentirán terriblemente ofendidxs (a lo mejor), pero yo soy y seguiré siendo abierta y orgullosamente republicana. ¿Por qué? Sencillo. Porque no me parece bien que habiendo en España 5 millones de parados, un grupito privilegiado llamado "familia real" esté ahí cobrando cantidades insultantes de dinero simplemente por "ser un grupito privilegiado llamado familia real", sin hacer absolutamente nada más que robar a la ciudadanía. 
Podría dar una respuesta más larga, basta y contundente, pero esta es una página respetable y para todos los públicos, por lo que usar un lenguaje demasiado bruto o demasiado complejo solo dificultaría y corrompería su lectura. Ante todo, corrección y disciplina. Pero nunca sumisión.



miércoles, 1 de abril de 2015

De paseo por la capital

Aunque llegué a casa el sábado, no he escrito hasta hoy porque estaba bastante cansada. Estuve cinco días (de martes a sábado) en el centro del país. El martes estuve en Segovia; el miércoles en Toledo; el jueves fuimos al Zoo Aquarium de Madrid, al estadio Santiago Bernabéu (muy a mi pesar) y a un maravilloso musical del Rey León; el viernes pasamos el día en el Parque de Atracciones y el sábado estuvimos en Salamanca. 

El acueducto de Segovia


Mi única queja, creo yo, es la comida. Nunca en toda mi vida había comido tan mal. Y bueno, los precios tampoco eran ninguna maravilla. El mazapán que compré en Toledo me costó un ojo de la cara.

Toledo  
A parte de eso, disfruté la experiencia. Visitamos sitios muy bonitos y el bungalow donde dormí era muy acogedor. Cambié el descafeinado de máquina de siempre por café con leche, que sí estaba bueno, y llegué a casa con una increíble predisposición a comer cualquier cosa.

El zoo tenía un montón de animales, y a mí me encantan todos los animales. TODOS. Pero por eso me parecen tan tristes los zoológicos.  No me gusta que los tengan privados de su libertad y expuestos a las miradas, los comentarios y las tonterías de la gente. Menos cuando es gente ignorante que se dedica a molestarlos y a burlarse de ellos. Son seres vivos, no objetos inertes cuya única función en este mundo es la de divertir a las personas.