viernes, 29 de diciembre de 2017

Spring


El hombre quiere bajar del puente.
La gente empieza a odiar.
Forman una multitud densa
y no quieren dejarlo bajar,
así que él sube de nuevo
y la muchedumbre se pone histérica.
Quieren sus entrañas
y gritan:

"Salta,
salta."

[...]
Redímeme,
salta,
no me decepciones,
salta para mí,
salta hacia la luz.
Salta.

Ahora el hombre empieza a llorar.
Una nube se mueve con disimulo
preguntándose "¿qué he hecho?".
Ante el sol hace frío.
"Yo solo quería admirar la vista."
La gente rompe filas,
mira el cielo del atardecer
y grita:

"Salta,
salta."

'Spring'. RAMMSTEIN.


Me alegra comunicar que he sobrevivido al primer trimestre, con unos resultados suficientemente buenos como para que no me castiguen en casa y suficientemente bajos como para que los profesores que no me conocen de años anteriores se preocupen.

Resulta que el mundo no es tan horrible como me parecía el mes pasado, aunque sigo creyendo que nuestra vida está sobrevalorada. 

Este último mes he tenido que enfrentarme a unas perspectivas horribles (y no hablo de la cónica) como la de suspender Fundamentos de Administración y Gestión (cosa que no pasó y no preguntéis por qué estoy estudiando eso en Humanidades puras), la de relacionarme con completas desconocidas para una causa mayor (al final estuvo bien) y la de que el supuesto amor de mi vida (Till Lindemann no, el otro) tenga novio, algo que tendría que pasar tarde o temprano, y mi estrés está por las nubes, o lo estaba hace una semana.

Ahora mismo mi ánimo está bastante bien. Estoy dedicando estas raquíticas vacaciones a poner al día mis proyectos literarios - de una forma increíblemente productiva para ser yo - y a alegrar el día a día con unos chistes horriblemente malos que han hecho creer a mi hermano que me alcoholizo por las mañanas.

Sin embargo, como leí el otro día en Tumblr, volver a clase después de un descanso es como pausar el juego para ir al baño y, al volver, haber olvidado lo intenso y caótico que era todo y, cuando reanudas la partida, todos los enemigos te pegan en la cara a la vez. Así que estas dos semanas de relax no son más que una mentira.