miércoles, 28 de febrero de 2018

Breve puesta al día

En poco más de una semana estaré en Roma (yuju), corriendo por las calles con mis compañeras detrás de la profesora de Arte para poder llegar a tiempo a todos los sitios que tenemos que visitar y esperando horas en colas una vez lleguemos, sin apenas haber dormido y sobreviviendo gracias al desayuno pago del hotel.

Solo tengo dos razones para ir: Miguel Ángel y aprovechar cada mínima oportunidad para salir del país - aunque en realidad me llega con salir de la comarca, porque si de mí dependiera no elegiría Italia como destino turístico. Sí, ya sé que a todo el mundo le encanta el país - y el idioma, que a mí no me gusta nada - pero no es mi caso. Quizá debería haber esperado un poco y haberme apuntado a la excursión a París de los de Francés, que van a visitar catedrales góticas (mis obras arquitectónicas favoritas), pero ya es demasiado tarde. Me queda el consuelo de poder ver en persona el 'David' de 4'35 metros de Miguel Ángel, la maravilla de las maravillas, pero el problema es qué vamos a hacer los cuatro días restantes.

Amadeo I
Roma aparte, mañana tengo un examen de Historia de España, la asignatura más #!€%$@ habida y por haber (de las troncales, porque Fundamentos de Administración y Gestión también tiene lo suyo), y creo que debería ir empezando a hacer las invitaciones para mi funeral, que seguro que tienen más éxito que las de cumpleaños en primaria. Ni siquiera sé si he aprobado la recuperación de la primera evaluación - lo cual necesitaba para que mi 5 condicional fuese un 5 hecho y derecho - y no espero sacar más de un 5 raspado en el de mañana (si es que llego). A diferencia del examen anterior, esta vez no está Amadeo de Saboya, hijo de Víctor Manuel II de Italia y Rey de España durante dos años de vergüenza ajena, para salvarme de mi ignorancia. La dictadura de Primo de Rivera siempre se las arregla para escaparse de mi memoria, pero sinceramente espero que la Segunda República, la guerra civil y el régimen franquista me sirvan para sacar a flote la asignatura. Echo de menos Historia del Mundo Contemporáneo de 1ºBAC, con su Revolución Rusa de 1917, Stalin y la Segunda Guerra Mundial, aunque en aquel momento tampoco supe valorarla.

SPOILER: siempre tuve muy claro lo que iba a hacer en cuanto terminara el instituto, pero ahora no tengo ni idea de qué quiero hacer con mi vida. Digo a todo el mundo que voy a estudiar Traducción e Interpretación, pero solo por decir algo, así que supongo que acabaré de rebote en la facultad de Filosofía.